jueves, 18 de febrero de 2010

Novelas de hoy y novelas de ayer

Andan algo revolucionados en el país vecino con la historia sobre Dumas que protagoniza Depardieu. Las superproducciones francesas parece que, por ahora, no tienen otro actor emblemático a mano. Depardieu lleva años siendo todos los mitos franceses reales y de ficción: Balzac, Montecristo, Valjean... Como Charlton Heston, vaya, pero a nivel más local.

Dumas era mulato, tuvo una abuela negra, haitiana, y él se consideraba negro. Ese tema le produjo desprecios, chanzas y burlas, cosa que también le pasó a su hijo más tarde. Sin embargo fue un hombre que se hizo a sí mismo y triunfó en todo, un gran comedor y amador, que gastó el dinero que ganó a manos llenas, hasta arruinarse. Cosa que no le ocurriría a Maquet, su negro más conocido y emblemático, que ganó menos pero murió en la abundancia. Auguste Maquet colaboró mucho con Dumas y acabó separándose de él y llevándolo a los tribunales, sin éxito. Fue un mal divorcio para los dos.

Se admite, en general, que, a pesar de tener esos equipos de escribidores a sueldo, Dumas, como esos grandes cocineros, pintores o peluqueros, daba a las obras su toque final, su chispa de genio. O quizá es que, simplemente, tenía el espíritu comercial más desarrollado. No es lo mismo escribir un libro que venderlo, como es bien sabido.

Francia ha sido bastante racista, aunque haya evolucionado y no le guste recordarlo. En el año 2002 trasladaron los restos de Dumas padre al Panteón de hombres ilustres y, según creo, acompañó la ceremonia una señora negra de buen ver, en un caballo blanco, con un gorro frigio, simbolizando la República Francesa moderna. La verdad es que hoy día todo da un poco igual, Denzel Washington fue un príncipe shakesperiano estupendo, Ismael Merlo fue una temible Bernarda Alba. Muchos blancos se han coloreado el rostro para interpretar Otelo o el moro buenazo del Mar i Cel de Guimerà. La cosa servirá para dar publicidad a la película, veremos después como se distribuye. El papel de Maquet lo hace en la película un actor muy poco conocido, por cierto.

Dumas fue un hombre fascinante, se mire por donde se mire. Se dice que en el futuro (quizá ya estamos en el futuro) no habrá diferencias por raza ni origen, sólo existirán triunfadores y perdedores, espabilados y tontos. Dumas fue un triunfador avant la lettre pero, como la cigarra del cuento, no guardó para el invierno, aunque tuvo suerte de poder retirarse a casa de su hijo, tan distinto de él. De aquí cien años a lo mejor hacen una película francesa sobre Depardieu y la interpreta alguien de color, quien sabe.

2 comentarios:

HLO dijo...

Bueno, su hijo tuvo la suerte d edar con un tema pero sobre todo con un título (La dama de las camelias, ese semáforo tan especial...). Pero Dumas padre creó esos tipos inolvidables de mosqueteros,el conde de montecristo...la novela de aventuras en estado puro. Algunoa autores actuales, muy publicados, no le llegan ni a la suela de los zapatos.

Júlia dijo...

Desde luego, el oficio que tenían esos autores no es igual hoy, pero lo cierto es que la literatura del XIX no tenía competencia con el cine ni la televisión.