miércoles, 15 de abril de 2015

NOTICIAS DESCOMPENSADAS

Operación de rescate de inmigrantes ilegales por parte de la Guardia...

Hace pocos días el accidente de los Alpes nos conmovió y generó todo ese vuelo de buitre periodístico habitual, incluso los periodistas de culto, que se las dan de serios, mojaron pan en el tema mientras criticaban a otros que hacían lo mismo, aunque de forma más burda. Se mandaron corresponsales al lugar para que no nos dijeran nada nuevo, se publicaron biografías no autorizadas de las víctimas, hoy las redes sociales son una mina, hasta que las familias exigieron discreción y educación. Como sucede siempre, el tiempo pasa y todo se olvida, a nivel general, ya que los parientes y amigos de los muertos no lo olvidan nunca.  

En el mundo se suceden las tragedias, individuales o colectivas, siempre ha sido así y tan sólo debemos al azar el hecho de qué en nuestra corta vida no nos toquen de cerca y de forma cruel. Muchos periodistas responsables han advertido sobre la situación de Corea del Norte y han insistido en qué no se podrà decir que no se sabía qué pasaba allí. Una cosa es que se sepa y otra que se pueda hacer alguna cosa. Las protestas masivas nunca han podido parar una guerra si no estaba ya en marcha algún acuerdo político a alto nivel.

No entiendo que para librar a países de determinadas dictaduras se haya acabado por generar situaciones peores que las anteriores. En algunos casos tenemos información, breve, puntual, rápida e incompleta, Nigeria, Kenya, muertos, torturados, secuestrados. Incluso el cine de denuncia nos ofrece perlas como Timbuktú.  Y están todos esos ahogados, gente de todas las edades, niños y bebés, más de cuatrocientos nos han dicho hoy perdidos en el mar al querer escapar de horrores diversos y hambrunas persistentes. Que  se suman a tantos miles. Un problema para los países receptores, sin duda. Un   problema para todo ese mundo en el cual, a pesar de las crisis, comemos cada día y vivimos con una relativa seguridad.

De todos esos muertos no se cuenta la biografía, son una masa de la cual sabemos siempre poco. A veces ni tan sólo se sabe de dónde vienen.Tampoco sabemos qué les sucede después a los supervivientes. Hay un pozo sin fondo de información desestimada, pero a veces algún periodista valiente e independiente nos cuenta alguna cosa. La mayoría de veces ni tan sólo se nos dan explicaciones geográficas, políticas, nada. Determinada izquierda sólo saca la gente a la calle cuando por el medio están los Estados Unidos, viví eso cuando  trabajaba en la escuela, en el tiempo de lo del Golfo, dibujitos de palomas y cosas peores. Costó mucho que se protestase de lo de Bosnia. No se puede protestar de todo y tampoco no sirve para nada, te dicen. Pero cuando conviene a intereses partidistas, se saca la gente a la calle, de motivos hay siempre.

Incluso la foto que cuelgo, procedente de una noticia periodística sobre esos últimos ahogados, es mentira, no corresponde a esos hechos sino a un rescate anterior. Así van las cosas, total, qué mas da? Calcular el tiempo que se dedica al futbol -a una parte del futbol, claro- y a otras necedades, en comparación con el resto de información a menudo tan mal contada que aburre a la mayoría de gente, es escandaloso. Eso sí, de vez en cuando nos advierten de qué nos ofrecerán imágenes crudas, muertos no respetados, manchas de sangre, cosas así. Pocas veces nos explican qué, cómo y por qué. Así nos va. No podemos arreglar tantas desgracias pero quizás sí exigir que nos informen bien y a fondo y boicotear tonterías televisivas diversas. Pan y circo, como siempre. Quizás precisamos de un porcentaje de circo para sobrevivir pero tampoco tanto, la verdad. Los telediarios deberían replantearse de arriba a abajo, menos mirarnos el ombligo político y que fútbol, cine y el resto se emitan en programas especializados o en canales específicos. Nuestras crisis y penalidades comparadas con otras toman una dimensión muy distinta, todo es relativo y quizás vale la pena que se nos repita eso de vez en cuando.

3 comentarios:

Lluís Bosch dijo...

Hace unos días el periodista (y pensador) Guillem Martínez publicó un artículo sobre la importancia de los muertos y la levedad de los vivos en respuesta a los actos de duelo "estatal" que se promovieron a raíz de los muertos en un accidente de avión (donde todos eran europeos). Hay algo siniestro y relevante en este artículo: el muerto -europeo- adquiere un carácter enorme mientras el vivo pierde relevancia. Si eres pobre, deshauciado, parado, discapacitado, etc no hay ceremonias de estado. Martínex repasa el creciente interés por el muerto y el progresico desinterés por el vivo a partir de la primera guerra mundial. Un texto que obliga a pensar sobretodo hoy, en que incluso el no-nacido parece tener más derechos que el ciudadano que paga impuestos.
https://directa.cat/ma-maniga

Júlia dijo...

Por no hablar, Lluís, del culto a las reliquias del pasado, desde Cervantes a la momia de Prim,los parientes de García Lorca no quieren moverlo de dónde está y desde hace años no se hace más que insistir en el tema, montar homenajes póstumos parece que da votos.

No es ningún consuelo pero eso no pasa sólo aquí.

Sabes si puedo encontrar el artículo que mencionas por las redes?

Júlia dijo...

También se habla y escribe mucho más sobre los genocidios del pasado que sobre los del presente, siempre resulta más cómodo y rentable, además de menos peligroso o comprometido.